Keith Ripley (Morgan Freeman) es un ladrón veterano de guante blanco que quiere robar unos huevos Fabergé con los que saldar una deuda contraída con un mafioso ruso. Para ello requiere la ayuda de Gabriel (Antonio Banderas). En medio, la chica, la guapísima ahijada rusa de Ripley, Radha Mitchell, que inicia un romance con Gabriel…
The Code tiene unos veinte primeros minutos interesantes. A partir de ahí, se torna previsible, aburrida e incluso ridícula en ocasiones: cuando suenan la guitarra flamenca y las castañuelas que, desde la machacona banda sonora, sirven para remarcar la españolidad de Banderas cada vez que aparece en pantalla.
Su antagonista, el flemático Freeman, sale algo mejor parado haciendo una vez más de Morgan Freeman, pero ni Banderas ni él se lucen demasiado en este dislate y es Radha Mitchell la que ofrece su faceta más seductora coprotagonizando con Banderas unas escenas eróticas, imprescindibles en cualquier filme ávido de ganar pasta en taquilla.
En mi opinión, el guión es demasiado previsible, confuso, simple y está repleto de diálogos ramplones. Además, la película contiene pocas escenas de acción, presenta varios fallos de montaje, el doblaje al castellano del malagueño Banderas es lamentable y, en definitiva, lo único que se salva de este filme son los dos o tres minutos finales, a pesar del tramposo e inesperado giro final.