Es una moto de línea agradable, coqueta y dotada de una originalidad que le ha permitido mantener su diseño con muy pocos retoques a lo largo del tiempo, aunque en la actualidad este modelo no es comercializado por Piaggio, por lo que tendremos que conformarnos con adquirirla en el mercado de segunda mano.
Es la moto urbana por excelencia, manejable, ligera y fácil de conducir, con un único pedal que activa el freno trasero, mientras que el embrague y marchas se encuentran en el manillar, al igual que el freno delantero.
Como defecto, o mejor dicho hándicap en la conducción, es su pequeña rueda que da muy poca superficie de agarre, con lo que con el piso mojado se torna un tanto insegura su conducción.
Admite la colocación de carenado, pero es algo que no me satisface y además limita la velocidad de la motocicleta, que por otra parte, no es apta para los amantes de las grandes aceleraciones y velocidades, sino más bien dirigida a un motorista más tranquilo.
Otro de los aspectos favorables de esta motocicleta y que han copiado los scooters es su diseño que se vuelve bastante limpio para el motero, al ser bastante improbable que te manches de grasa o barro al montar en una Vespa.