Si te gusta la comida de toda la vida, debes ir al Restaurante La Bola ubicado en la calle del mismo nombre, nº5 en Madrid.
La Bola se ha hecho un nombre como uno de los restaurantes donde se sirve uno de los mejores cocidos madrileños.
Se trata de un restaurante familiar, que se inció en el año 1870 como un establecimiento en el que servían refrescos y helados. Pronto se pasaron a los cocidos, cuyo precio variaba en función de los ingredientes que llevaba.
Nada más entrar en el local ves que está lleno de historia. Las paredes están cargadas de cuadros de distintos famosos y famosillos del artisteo que han tenido ocasión de degustar sus cocidos.
Por fuera es rojo, igual que por dentro. Los interiores tienen mucha madera.
No me gustan nada las mesas grandes, tipo taberna. Son un poco agobiantes cuando vas sólo con otra persona y casi necesitas un altavoz para hacerte escuchar de esquina a esquina.
Su horario es de lunes a sábado de una a cuatro por la mañana y de ocho y media a once de la noche para las cenas. Los domigos cierra.
El cocido lo sirven en platos de barro, lo cual le da un sabor especial. Es uno de los cocidos más completos que hayas probado jamás. Chorizo, huesos, repollo, gallina, fideos, patatas, garbanzos,... Un montón de calorías que no podrías permitirte a diario a nos ser que quisieras acabar enferma.
No es el cocido mi plato favorito de este local. Son los deliciosos callos. Y en cuanto al postre, me quedo con los buñuelos de manzana. Sencillamente deliciosos. Lástima que engorden.
Debes hacer reserva para tener sitio. Está hasta los topes y no me estraña. Sólo te cobran 25 euros por comensal y te sirven platos dignos de un leñador.