Puedo decir que nuestra visita fue breve a este Parador de Málaga-Gibralfaro. Concretamente un fin de semana y por nos pilló sin haber reservado ningún otro hotel. El presupuesto se nos fue un poco de la mano, es categoría de 4 estrellas. Pero eso sí, fue una delicia estar en él.
Está situado en la Alcazaba de Málaga, junto al castillo que le da el nombre: Gibalfaro. Está en el centro de Málaga, en el paseo Salvador Rueda.
Es un lugar encantador, desde luego, todo rodeado de vegetación y jardines. Y tiene frente a frente la Alcazaba, por lo que las vistas son preciosas; sobre todo de noche en que está todo iluminado. También se ve la bahía de Málaga y parte de ésta, con diferentes panorámicas, todas estupendas.
El Parador en sí, es un edificio muy bonito, con una gran explanada ante la puerta de entrada y varios arcos en la fachada principal, todo el edificio es de piedra vista.
Las habitaciones dan a una gran terraza, y desde ella las vistas son aún más espléndidas. Son muy confortables y con un diseño muy moderno, con cama de matrimonio y una pequeña zona de estar, con sofá y una mesita; muy completas con todos los servicios típicos, pero de calidad.
Si hablo del restaurante, el comedor es una pasada, con una bonita terraza que por las noches era una delicia. Desde ella se ve parte de Málaga y todo el puerto. El servicio excelente y sus menús deliciosos, empezando por los típicos pescaditos fritos y terminando por los postres.
Desde su emplazamiento nos fue muy fácil recorrer y ver todo lo que queríamos en Málaga, pues todo está cerca y no hay apenas que desplazarse: por ejemplo, fuimos al Rincón de la Victoria y las Cuevas del Tesoro, la Catedral, a la Casa natal de Pablo Ruíz Picasso, el Museo, etc.
En conclusión, un poco fuera de nuestro presupuesto, pero eso ya lo hemos olvidado, lo que no olvidaremos es lo bien que estuvimos en este Parador de Gibralfaro.