El despertador Sony ICF-C 318 es un despertador que me está funcionando muy bien y no queda nada mal sobre mi mesilla de noche, dado su diseño moderno y funcional. No es que sea el no va más, pero bien vale los 38 euros que me costó.
Lo venden en colores negro y plateado. Yo lo compré en negro. Se le ve más el polvo cuando faltas varios días de casa y queda la limpieza pendiente. Es la desventaja que tiene respecto al plateado.
Es un despertador con grandes números de color verde que se hacen visibles en una pantalla de 0,9" en plena noche sin necesidad de encender la luz para mirar la hora.
Tiene la gran ventaja de que trae una radio AM/FM incorporada, calendario y te permite programar la hora a tu gusto. La alarma suena dos veces. Si a la primera vez no te despierta, seguro que a la segunda vez abres los ojos. A mí este sistema de doble alarma me ha evitado quedar dormida en más de una ocasión.
Una vez que le tienes sintonizada la hora según tu zona horaria puedes olvidarte de cambios de hora porque este despertador hace el cambio de hora él solito. Se ha acabado olvidarte de cambiar la hora en invierno y primavera.
Funciona con una batería de litio que dura una eternidad. Yo anteriormente tuve un despertador que me arruinaba con las pilas que gastaba. Este Sony ICF-C 318 tiene una de las baterías más duraderas que yo he conocido en despertadores.
Las alarmas se las he programado, igual que el volumen, que le he puesto más alto porque lo traía muy bajito.
La radio se escucha bien. Tiene volumen regulable igual que la alarma del despertador.
No ocupa mucho espacio en la mesilla de noche. Mide 8 cm de alto, 15,5 cm de ancho y 15 cm de largo. Pesa bastante: medio kilo. El aire no lo tira.