El paisaje uniforme y regular de la meseta castellana, en la parte nororiental de la provincia de Segovia, se rompe de manera repentina en lo que conocemos como el entorno del Duratón.
este río se vuelve tímido, y decide esconder su cauce en las profundidades de enormes acantilados. Para descubrirlo hay que asomarse desde el borde de sus barrancos, para aquellos que no tengan vértigo, y mirar hacai abajo. De esta manera podrás observar el poderío de su corriente capaz de horadar la dura piedra y construir el monumento natural que forma su cauce.
Retorcido y sinuoso, este cañón fluvial destaca además por encontrarse de una gran riqueza natural ya que en la zona habita una de las colonias de buitre leonado más numerosa de españa con cerca de 450 parejas nidificantes.
Estos buitres están acompañados de otra rica avifauna como alimoches, halcones peregrinos, águlas reales y búhos reales.
Uno de los mayores espectáculos de las Hoces del Duratón es el paraje donde se encuentra la ermita de San Frutos, levantada al pie de dos acantilados y testigo inmemorial del vuelo de los buitres leonados.