Los restos de las Termas Romanas nos resultaron un poquito difíciles de encontrar, no por su ubicación en si, sino por nuestro total desconocimiento de lo que íbamos a ver. Yo me imaginaba ruinas al aire libre, justo en el punto en el que indicaba el mapa, pero es que están bajo tierra, bajo una plaza justo delante de la iglesia de San Pedro, así que al final preguntamos y nos señalaron una pequeña pendiente que bajaba hasta la puerta.
Al abrir la pesada puerta ya te encuentras de sopetón con todo el recinto excavado a la derecha, las taquillas enfrente y una sala de audiovisuales a la izquierda, todo diáfano pero con diferente iluminación para que parezcan espacios diferentes.
En la taquilla te explican un poco como va la visita, que comienza con un video explicativo de la historia de las termas y de cómo las descubrieron. El precio de la entrada no lo recuerdo pues nosotros fuimos en domingo, que es gratis.
El horario del museo es de martes a viernes de 9:30 a 14 y de 17 a 19, y sábados, domingos y festivos de 10 a 14 y de 17 a 19:30. Cerrado los lunes.
A nosotros la visita nos resultó muy cómoda (una vez que conseguimos encontrar el museo, porque hasta que logramos encontrar la entrada dimos unas cuantas vueltas, jaja)
Nada más entrar la chica de las taquillas nos puso el video explicativo que me pareció muy curioso e interesante y te ayuda a entender lo que después vas a ver. En las ruinas ya no ver simplemente piedras, sino que intentas identificar las zonas con lo que se ve en el vídeo.
De la sala de audiovisuales ya pasas a las piedras. Es una visita bastante cómoda pues hay pasarelas que te permiten verlo todo desde una cierta altura.
Sin embargo tiene una iluminación más tenue y resulta un poquito opresiva pues al ir por pasarelas elevadas sobre el nivel del suelo, los techos están muy cerca, llegando incluso a tener que agacharte en algún tramo. Si eres un poco claustrofóbico quizás lo pases un poquillo mal, pero el resto de la gente no tendrá problemas.
Además, hay paneles informativos interactivos en cada zona para completar la información que hemos recibido en el vídeo. Desde luego, no te vas de allí con la sensación de que no son mas que piedras amontonadas, que es lo que me ha pasado en algún yacimiento. Si que puedes llegar a imaginarte como eran los habitáculos y el funcionamiento de las termas.
Hay hasta restos humanos, ya que estas termas han tenido diferentes usos, entre ellos el de cementerio, por lo que se puede suponer al haber esqueletos.
En definitiva, es una visita que recomiendo, sobre todo si vas en domingo porque es gratis. Además, está al comienzo del barrio de Cimadevilla, al final de la playa, a poca distancia del ayuntamiento y frente a la iglesia de San Pedro, es decir, que tiene una ubicación perfecta para ser visitado sin desviarnos de la ruta turística.