En esta ocasión quieros hablaros de uno de los lugares más emblemáticos de Asturias: los lagos de Covadonga.
Son dos: Enol y Ercina y están situados a 1.070 y 1.108 m. de altitud respectivamente, en el Macizo de Cornión, en el corazón del Parque Nacional de los Picos de Europa.
¿Cómo llegar?
Una vez que se llega a Cangas de Onís, hay que atravesar el pueblo en dirección a Covadonga. En realidad, está muy bien indicado. Desde Covagonda, hay que tomar la carretera AS 269 que acaba a los pies de los lagos. Esta carretera está en bastante mal estado y es la típica carretera de montaña, serpenteante y en ocasiones al lado del precipicio.
La subida desde Covadonga es maravillosa y no es raro encontrar vacas en medio de la carretera. No hay que asustarse, sino detener el coche unos segundos y ellas solitas se retiran para no molestar.
A unos 6 km de Covadonga está el Mirador de la Reina, para mí, uno de los mayores alicientes de la subida a los lagos. Desde allí se disfrutan unas vistas incomparables de los Picos de Europa. Hay habilitado un pequeño aparcamiento para estacionar el coche y disfrutar del paisaje.
Al llegar al primer lago, el Enol, a la izquierda hay una desviación que lleva hasta el Centro de Interpretación del Parque Nacinal de los Picos de Europa, situado en las antiguas minas de Buferrera. Allí se ha establecido un museo virtual de fotografías, proyecciones en 3D, y cientos de datos y explicaciones sobre el lugar.
Para aquellos a los que les guste caminar, desde allí mismo se puede subir sin coche al segundo lago, igualmente espectacular.
Los dos lagos son de aguas tranquilas y están envueltos casi permanentemente de una "bruma" que les da su característico ambiente de leyenda.
¿Tiene algún inconveniente esta visita?
Desgraciadamente sí: la masificación. La enorme afluencia de visitantes origina restricciones de tráfico en Semana Santa y en el mes de Agosto. En esos días, el Principado habilita un sistema de transporte público, siendo obligatorio dejar el coche en aparcamientos habilitados con tal fin en Cangas, el Bosque, Repelao o la Venta, y allí coger un autocar que sube hasta los lagos. Así que, si es posible, es mejor ir en cualquier otra fecha.
¿Alguna recomendación?
Llevaos siempre algo de ropa de abrigo. La altitud hace que, aunque sea verano, en los lagos haga frío, ya lo notaréis desde el Mirador de la Reina, incluso.
Llevad también con vosotros agua y algo de comer, especialmente si váis con niños. La subida y el frío os abrirán el apetito y sólo encontraréis un "restaurante" en el primer lago. Tiene precios elevados, aunque tiene un menú del día, la comida y el servicio no son nada del otro mundo y encima hay colas interminables para acceder a él.