El Restaurante Arzábal de Madrid es un restaurante en el que comes como en familia. Sólo dispone de seis mesas y de la barra donde también sirven comidas y cenas.
La carta está llena de suculentos platos. Mi plato favorito son los huevos rotos con trufas negras. También me encantan las corquetas de ibérico que preparan; son de las mejores corquetas que he probado. De postre me quedo con una tarta de manzana bastante conseguida. La prefiero a los quesos o a la torta de quijo azeitao.
Lo que no me gusta del Restaurante Arzábal es el aperitivo. ¿En qué estomago normal entra un pan con mantequilla a medio día? Desde luego no en el mío. El pan con mantequilla está bien para un desayuno de niños, pero no para empezar una comida.
Tampoco aguanto que permitan fumar. En una ocasión tuve que marchar a medio cenar porque no aguantaba el humo de un puro de un comensal que estaba en la mesa de atrás de la nuestra. Deberían prohibir fumar, sobre todo teniendo en cuenta que el local es pequeño.
Lo que más me gusta es su carta de vinos. Tienes desde espumosos hasta vinos más de andar por casa.
Del personal no tengo queja. Todos fueron muy amables con nosotros.
El precio no es barato ni caro. Te sale a unos 35 euros por cabeza, incluyendo las bebidas y los cafés.