Decoración rural para una marisquería urbana
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Scarlett2000
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Acerca de:Restaurante Coral [La Coruña]
Ventajas:lo dicho
Desventajas:lo dicho
Manteles rosa pálido, sillas de madera, paredes de piedra y techo de madera. ¿Estás dentro o estás fuera de una casa rural? Yo siempre tengo la impresión cuando como en el restaurante marisquería Coral de La Coruña que estoy comiendo en el cobertizo de una casa típica del rural gallego.
Es acogedor, coqueto, con un toque antiguo que no disgusta ni siquiera a los que somos más partidarios de la decoración moderna. Sobre las meses hay unos centros de flores silvestres que recalcan todavía más la ruralidad de la decoración.
Carnes, pescados, buenos vinos y no faltan los sabrosos mariscos en la carta del Coral. No olvidemos que estamos en Galicia, en La Coruña, en concreto en la Avenida de La Marina, mirando al puerto de la ciudad.
No soy yo muy de pescados, pero suelo pedir el mero y lo completo con una ensalada de bogavante que casi parece un salpicón. No necesito más.
Si tengo el día de carnes, me decanto por la carne de buey de Kobe. El camarero, si le preguntas, te jura y perjura que estás comiendo carne de bueyes japoneses. No es cuestión de discutir. Mi marido siempre dice que se trata de bueyes criados en EEUU. A mí no me interesa la procedencia de la carne. Lo único importante es que la encuentro sabrosa.
A los postres de este restaurante le sobra azúcar. El único postre que se deja comer es la tarta de manzana. Los demás pastelillos son sólo mantequilla y azúcar por un tubo. A nadie le amarga un dulce del restaurante Coral.
Es un restaurante antiguo. Se fundó el año 1954. Desde entonces se ha ido especializando en lo mejor de la cocina gallega con un toque internacional.
Destacaría también su amplia carta de vinos. Puedes encontrar cualquier denominación de origen española en su bodega.
¿Y su precio? No es barato ni excesivamente caro si tienes en cuenta la calidad de las materias primas. Nosotros comimos por unos cuarenta euros cabeza sin meternos a mucho marisco. Si empiezas a pedir cigalas, centollos y demás, la factura supera los 50 euros por comensal.
Abre todos los días para comidas y cenas excepto los domingos.
Es acogedor, coqueto, con un toque antiguo que no disgusta ni siquiera a los que somos más partidarios de la decoración moderna. Sobre las meses hay unos centros de flores silvestres que recalcan todavía más la ruralidad de la decoración.
Carnes, pescados, buenos vinos y no faltan los sabrosos mariscos en la carta del Coral. No olvidemos que estamos en Galicia, en La Coruña, en concreto en la Avenida de La Marina, mirando al puerto de la ciudad.
No soy yo muy de pescados, pero suelo pedir el mero y lo completo con una ensalada de bogavante que casi parece un salpicón. No necesito más.
Si tengo el día de carnes, me decanto por la carne de buey de Kobe. El camarero, si le preguntas, te jura y perjura que estás comiendo carne de bueyes japoneses. No es cuestión de discutir. Mi marido siempre dice que se trata de bueyes criados en EEUU. A mí no me interesa la procedencia de la carne. Lo único importante es que la encuentro sabrosa.
A los postres de este restaurante le sobra azúcar. El único postre que se deja comer es la tarta de manzana. Los demás pastelillos son sólo mantequilla y azúcar por un tubo. A nadie le amarga un dulce del restaurante Coral.
Es un restaurante antiguo. Se fundó el año 1954. Desde entonces se ha ido especializando en lo mejor de la cocina gallega con un toque internacional.
Destacaría también su amplia carta de vinos. Puedes encontrar cualquier denominación de origen española en su bodega.
¿Y su precio? No es barato ni excesivamente caro si tienes en cuenta la calidad de las materias primas. Nosotros comimos por unos cuarenta euros cabeza sin meternos a mucho marisco. Si empiezas a pedir cigalas, centollos y demás, la factura supera los 50 euros por comensal.
Abre todos los días para comidas y cenas excepto los domingos.
Fecha:07:15:58 21/09/10
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Votos:no disponible.
Categorías:Viajes
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