Buenas tardes, hoy me gustaría hablaros de otro restaurante que está en Madrid y al que he acudido en varias ocasiones. Se llama SOHO y está situado en pleno corazón del barrio de Salamanca. Como su nombre nos indica nos encontramos ante un local en el que el tipo de comida es, fundamentalmente, americano.
Dentro de los restaurantes que ofertan este tipo comida hay de todo. Este poodría calificarlo como de un punto intermedio en el que se ha cuidado muchísimo la decoración, y en el que puedo aseguraros que he tomado una de las mejores hamburguesas que haya comido en Madrid (al nivel de Alfredo’s o Home Burger Bar para que os hagáis una idea).
La primera vez que acudí sin reserva previa fue en verano, pero recomiendo hacerla porque hay que tener en cuenta que los fines de semana resulta complicado encontrar mesa, así que lo más seguro es que os toque esperar y aunque hay una zona habilitada para ello no es lo mismo que llegar y tener ya una mesa asignada.
Se ubica en la calle Jorge Juan, núm. 50. Para los que no seáis de Madrid os diré que ésta es la zona más elegante de la capital, donde encontraremos todas las tiendas de lujo, una zona que está muy cuidada y donde da gusto pasear si lo que queréis es ver escaparates. La parada de metro más cercana es Príncipe de Vergara, en las líneas 2 o 9, pero también podréis ir en autobuses interurbanos o en coche. Ésta última ha sido la opción que yo he elegido las veces que he ido y al final he tenido que dejar el coche en un parking cercano porque aparcar por allí es complicado...
Según entras en el local te das cuenta de lo trabajada que está la decoración. No he estado en Estados Unidos pero me dio la sensación de entrar en un local de allí, pues es muy similar a lo que hemos visto en las películas. Es bastante oscuro al entrar, parece más un local de copas que un restaurante y es que luego supe que también sirven cocktails.
El local tiene 2 plantas: En la primera encontremos la zona del bar y subiendo las escaleras se accede a la zona de las mesas o restaurante. No es grande, más o menos tiene capacidad para 20 mesas.
La decoración me pareció muy genuina, con las paredes de ladrillo visto de las que cuelgan fotos en blanco y negro y con un ventanal que da a la calle. Las mesas tienen los manteles de color blanco y son de tela.
La carta es amplia. Con unos cuantos entrantes, y con diversos apartados en lo que a platos principales se refiere.
No solo hay hamburguesas, sino que también podremos encontrar ensaladas, sándwiches, carnes… Reconozco que siempre he pedido hamburguesa, pero he visto pasar otros platos y tenían muy buen pinta.
Normalmente nos decantamos por nachos con queso para compartir como entrante y como plato principal una hamburguesa con queso y bacon para cada uno. Ésta viene acompañada de patatas fritas y una mini ensalada.
Al tomarnos nota nos preguntan cómo queremos la carne y así será exactamente como la sirvieron. Tenía un tamaño generoso y estaba exquisita.
A eso debemos añadirle las bebidas, y tened en cuenta que son de las grandotas, que las coca colas son de 330 ml.
Nunca he llegado al postre pues suelo terminar muy llena, pero conste que tienen una pinta estupenda.
Las veces que he ido, la camarera que atendía en la parte superior me pareció encantadora. Está todo el rato pendiente y es muy solícita, así que un gran punto positivo en este tema.
El precio del cubierto suele rondar los 20 € por persona, y teniendo en cuenta que lo habitual es pedir un entrante para compartir y un plato principal, no es especialmente barato pero tampoco caro. Me parece adecuado.
Es un sitio que me gusta, tanto por la comida, por la zona, por la decoración, por el servicio y por el precio. No puedo decir nada negativo, así que por esta razón, le otorgo la máxima puntuación.
Seguro que los amantes de la comida americana disfrutaréis muchísimo allí y los que no seáis tan seguidores de ella también encontraréis algo que os llame la atención en su carta.