El Hotel Nuevo Boston de Madrid es un hotel moderno que pierde puntos por una ubicación que deja bastante que desear.
No es un hotel recomendable para hacer turismo por la capital de España proque te ibas a dejar una pasta en transporte público o en parkings para el coche. Pero te viene bien si quieres tener el aeropuerto cerca. También en sus proximidades hay un centro comercial. Está en una zona tranquila, pero por la que no salerías de paseo, a no ser que te guste pasear por los polígonos industriales.
El hotel es acogedor, con una decoración moderna, alegre. Todo está muy limpio, tanto las habitaciones como ests tan concurridas como la piscina o el restaurante y la cafetería.
Nuestra habitación era bonita, aunque pasamos algo de calor. No había forma humana de regular la temperatura. Lo consiguieron cuando ya nos íbamos a ir.
Era una habitación amplia, en la que estabas como en tu casa: sin estrecheces.
El desayuno fue un buffet bastante mejor que el de otros establecimientos hoteleros de su categoría. Había variedad de zumos, bollería artesana, tortilla de patata, em, bacón,... No nos fuimos con hambre.
Teníamos un televisor de plasma sujeto a la pared que daban ganas de llevártelo. Funcionaba de cine.