El NH de Argüelles está ubicado en la calle Vallehermoso, en una zona de muchos bares.
No es un hotel lujoso, pero sí cómodo para una estancia corta.
Mi habitación tenía un armario que me resulto pequeño para meter mi ropa. No es que viaje con los baúles de la Piquer, pero tampoco llevo la ropa muy contada que digamos.
Pude disfrutar de una gran terraza y de la comodidad de estar en la última planta del hotel.
Tuve la gran sorpresa de que me habían dejado una especie de aperitivo de queso de bienveda. Todo un detalle. A mí me encanta el queso.
Es un hotel sin lujos. Lo veías en el cuarto de baño, donde los grifos no eran modernos y la mapara de la ducha reflejaba los años que tenía.
Lo que mejor estaba era la televisión. Tenía hasta canales de pago, de esos canales en los que puedes ver todos los partidos de fútbol habidos y por haber.
La conexión a Internet era de pago lo mismo pque el parking. Sólo podías conectarte gratis total en recepción.
Me llamó la atención la falta de mesas que había en el salón del desayuno. Debía ssayunármaos pronto. Era un buffet. Los zumos estaban en jarras. Casi hubiera preferido zumos de cartón. Por lo demás, había de todo, hasta natillas y churros. Ah, y si querías tostadas tenías que hacértelas tú en un tostador.
Es un hotel al que no me importaría volver. Es un buen hotel para cuando vas sola. No llevaría a mi familia. No me imagino preparando tostadas en el desayuno para la niña ni durmiendo en un colchón duro una semana entera.