A base de machacones campañas publicitarias en prensa, radio y televisión, creo que todos sabemos más o menos los servicios bancarios con los que ING se vende, principalmente consistentes en: cero comisiones y alta rentabilidad. Y esto es cierto, pero no me parece que lo de las cero comisiones sea una ventaja, y me explico.
En mi experiencia normal, las comisiones que tenía en la banca "física" aquí me las gasto en llamadas de teléfono. Una llamada de teléfono a su servicio de atención al cliente de diez minutos de duración me salió en total por cuatro euros, así que a echar cuentas... Y es que esto tampoco supondría mayor problema si la atención fuese mínimamente seria, pero en mi caso particular esto no fue así, ni de lejos: tendréis tiempo de sobra para aprenderos de memoria la canción esa machacona de los anuncios de ING mientras esperáis a que os atienda alguien competente. Las líneas están saturadas en más ocasiones de las que sería deseable, por supuesto eso sin contar con que nos atienda alguien que "no nos entienda bien" y nos tenga que pasar con otro departamento, lo que implica más esperas, más canción machacona y más importe en la próxima factura telefónica. Porque al tratarse de un 90x, no se considera como "llamada nacional" y no entra dentro de las tarifas planas de llamadas que tienen la mayoría de los servicios de telefonía fija actualmente.
La respuesta de ING ante esta incompetencia es la previsible, es decir, que nadie nos obliga a llamar por teléfono y que podemos hacer todas las gestiones cómodamente mediante internet, pero la realidad no es así de sencilla porque de vez en cuando tendréis que comunicaros con ellos, ocasionalmente sí, pero muchas más de las que podríais desear.
Y como ya dejé caer antes, los que te atienden por teléfono no son personas... vamos a dejarlo en "eficientes" para no ofender a nadie: como cualquier otra empresa en busca de aumentar beneficios, contratan a los más inútiles posible, y lo que ING se ahorra en personal nosotros lo pagamos en el tiempo que estamos al teléfono esperando a que resuelvan nuestros problemas con los productos del banco.
Tampoco es que el resto del personal sean muy eficientes: a los dos meses de darme de alta y de confirmar que todo estaba bien, tenía que hacer una operación importante y no pude llevarla a buen puerto porque es que "no todo exactamente está en regla" (cita textual). Unos meses más tarde tuve un problema con la tarjeta de crédito, y ahí ya les dije que a mí no me tomaban más el pelo: me di de baja y busqué otro banco, que a veces es mejor pagar algo de dinero para tener un servicio decente.
Lo barato termina saliendo caro.