Knowing es una fragancia muy clásica y bastante densa, cuyo olor te trae a la mente de la típica mujer sofisticada, con traje sastre, siempre con mucho trabajo y responsabilidad.
Tiene un olor muy característico, inconfundible. Esa es su principal ventaja. Es una de esas fragancias con personalidad propia, algo que puede definir a la persona que lo lleva. No he olido nada igual y, aunque es bastante intensa, no es demasiado pegajosa, a pesar de ser dulce, pero no es una dulzura floral, lo que marca la diferencia con otros aromas.
La definición formal de esta colonia es Chipre aromática (yo también me quedé igual, no entendí nada). Entre sus notas se incluyen un montón de ingredientes diversos, todos cuidadosamente mezclados para conseguir un acabado sofisticado y característico. Así, tiene rosas, tuberosas y mimosas, y ese dulzor proviene de la ciruela, el jazmín y el ámbar. Para que la fijación sea tan buena tiene pachulí y ámbar y entre sus notas de fondo destacan la flor de azahar, el musgo de roble, el vetiver y el sándalo.
Otra de sus ventajas, aparte de su individualidad, es su fijación. Es un agua de perfume que parece penetrar en la piel y mantenerse durante horas como recién puesto. Bueno, realmente como recién puesto no ya que el aroma que deja al cabo de unos minutos no tiene nada que ver con la primera salida. Cuando te lo pones en la piel es más intenso pero a medida que calienta parece suavizarse mucho, quedando mucho más natural.
A pesar de todas esas ventajas es una colonia que no recomiendo pero es que yo soy de fragancias muy frescas y cítricas, y ese acabado como empolvado y dulzón que tiene knowing no me va. Creo que es para usar en ocasiones muy puntuales, sólo aquellas en las que no vaya a haber ningún contacto físico y, sobre todo, sólo en invierno porque en verano, con todo el calor, puede resultar hasta mareante.
Hay varios tamaños: De 15, 30 y 75 ml. El tamaño grande cuesta 95 euros, así que de barata no tiene nada, pero hay que echarse muy poco, con lo que te puede durar mucho.