Al primer contacto con este perfume podemos comprobar que es una fragancia con cierta dulzura y con un halo de cierto refinamiento.
Su envase se sale de lo habitual, pues su forma trapezoidal más ancho por la base y estrecho por el tapón, nos muestran unas formas que lo diferencian claramente del resto. Este envase es de vidrio y nos permite vislumbrar el líquido de color amarillo oscuro, ambarino, que encierra su robusto interior.
Tras el uso de su vaporizador, l contacto de sus emanaciones con nuestra pituitaria, podemos distinguir claramente un fino y exquisito aroma en el que predominan las maderas como el sándalo, aunque a mi juicio, se trata de una fragancia moderna, ambigua, yo diría que con ciertos tintes a fragancia femenina y algo floral, por lo que es aconsejable para personas atrevidas.
También se puede apreciar que cuenta con una buena perdurabilidad, y que es válido para cualquier estación del año, sin desentonar tampoco en la hora del día, aunque su cuerpo lo convierte en una fragancia un tanto formal.
Su precio no es barato, pero tampoco prohibitivo, pues el envase de 100 ml., lo podemos encontrar entorno a los 60 euros aproximadamente, dependiendo por supuestos de ofertas y comercios.
Aunque la he usado, no es mi fragancia favorita, ni se convertirá en una de ellas, aunque no está mal para cambiar de aires.