Lush Spa es un acondicionador de color blanco y textura bastante densa. No contiene siliconas, no se testa en animales y se comercializa en un tarro con 235 gramos de producto.
La firma lo recomienda encarecidamente para cabellos secos y dañados/estropeados.
Se aplica como cualquier otro acondicionador, sobre el pelo limpio y seco con una toalla. Mucho mejor si se deja actuar durante unos minutos o incluso a modo de mascarilla. Por último, se aclara con abundante agua fresquita.
Spa tiene varios puntos positivos:
No aporta volumen extra. Decididamente esto es algo que no necesito. En este sentido me va muy bien. También me deja el cabello bastante suave y fácil de desenredar, no obstante, tiene un par de puntos que no me acaban de convencer: el primero de ellos es que no es "suficiente" para mi pelo grueso, fuerte y con tendencia a la sequedad. Se me queda corto. Tampoco su aroma a melón me entusiasma y su precio (casi catorce euros) me resulta caro para lo poco que me cunde.
En definitiva, hay otros acondicionadores que me gustan más que éste. No repetiré con él.