Las galletas danesas Butter Cookies siempre fueron un clásico en casa de mi madre y ahora son un clásico también en mi casa. Nos gustan a todos.
Ya he empezado a tirar las latas me cansé de reciclarlas en costureros y demás artilugios necesarios.
Son galletas tiernas, que da gusto comer, que no hacen daño en la boca y son tremendamente sabrosas. Tienen formas distintas, pero son bastante similares.
Saben sobre todo a mantequilla. Esto indica que llevan mantequilla de verdad.
Yo uso mucho estas galletas para el té, también para acompañar una buena taza de café cuando hay visitas. Siempre aciertas con ellas porque son galletas que gustan a todo el mundo.
¿Ventajas? Las galletas y el envase.
¿Desventajas? El precio. Te cobran la caja de lata. Además la caja no viene muy llena que díagamos.