La he probado muchas veces, creo que diría que he sido consumidor habitual en temporadas. La primera ves si que me pareció floja ya que tan solo la calenté en el microondas y no termina de convencerme preparada así.
A partir de ese momento la he calentado en sartén que creo que es la mejor forma, es como si hicieras realmente la tortilla pero ya cuajada, con un chorrito de aceite de oliva y la temperatura adecuada, se consigue una tortilla de buena calidad y con una textura agradable y muy natural.
Es un alimento que debe estar bien refrigerado porque se puede estropear con facilidad, cosa que perjudicará muchísimo a su sabor e incluso a nuestra integridad física.