Este hotel es perfecto en todos los sentidos. Ubicación, atención, calidad, limpieza... Vamos, que todo lo importante de un hotel lo tiene de sobra.
HABITACION
Entrar en la habitación fue una sensación muy agradable, no sólo visualmente, sino también en lo que al tema olfativo se refiere. La habitacion olía a canela, un placer para los sentidos. Parecía que entrabas en la casa de la abuela más amorosa del mundo. A esa sensación contribuía la decoración, toda en tonos rosa y blanco.
La cama era enorme, llena de cojines. Me daban ganas de ponerme a saltar sobre ella como cuando era pequeña y es que todo me recordaba a mi infancia, esas habitaciones un poco recargadas pero para bien.
En la habitación también hay un sofa cama, así que podrían dormir perfectamente 3 personas, estar muy cómodos pues es enorme. Tiene un escritorio a juego con toda la decoración. Incluso hay una bolsita perfumada en el armario para mantener esa atmósfera casera!!
Mención aparte merece el baño, enorme también, con bañera de hidromasaje y ducha de chorros, así como una encimera con dos lavabos y un montón de amenities, gel, crema, champú e incluso sales de baño con olor a lavanda. Yo eso no lo he visto en ningún hotel. Incluso hay albornoces monísimos para sentirte como en casa.
Como podéis suponer, la limpieza excepcional. Dormir alli es como renovarte. Nosotros llevábamos varios días de viaje y estábamos hechos polvo de patear y en esa habitación recargamos pilas.
INSTALACIONES
El hotel El Ciervo parece sacado de la campiña inglesa. Tiene una decoración en la que no falta detalle. Hay fotos de perros por doquier, un montón de cojines y sillas forradas de flores, figuritas... pero no da aspecto de recargardo, sino que parece acogedor y hogareño.
A eso contribuye la atención de su personal, muy cálida, casi como si fueran amigos. De hecho, despiden a sus clientes con dos besos!!
Además, no se si coincidió o es a diario, pero hubo una merienda de cortesía el dia que estuvimos allí y no era una merienda cualquiera. Yo ese día no cené y soy de engullir. Había muffins de chocolate enormes, saquitos de pollo con verdura, tortilla de patata, tartas, bocadillitos de jamón... y de beber, chocolate caliente, vino caliente o casis. Vamos todo un festín.
La única pega es que sólo hay wifi en recepción y en la sala de desayunos, a la habitación no llegaba, pero al final no fue un problema ya que el salón resultaba tan acogedor con sus sofas, cojines, libros y hasta ajedrez.
ALREDEDORES
Otra de sus ventajas es su ubicación. Está en pleno centro del pueblo, pero muy cerca de un parking público, así que no será un problema dejar el coche.
Hay un montón de tiendas, bares, restaurantes y cafeterías muy cerca, así que, a menos que vayáis en una mala fecha como la que elegimos nosotros, será un lugar animado. Es que nosotros hemos ido justo cuando terminó la temporada de esquí, el día que cerraban la estación de Baqueira, así que muchos negocios estaban echando el cierre y no quedaba mucha gente.