El Hotel Pato Amarillo está en Punta Umbría en primera línea de playa, lo cual lo hace ideal para unas vacaciones de sol y playa.
No es un hotel lujoso pese a sus cuatro estrellas y a su reciente remodelación. Aun así no le faltan comodidades como unas buenas piscinas, terrazas, jardines, restaurante, bar, etc.
Me gustó su decoración. Era una decoración moderna tanto en las habitaciones como en las estancias comunes. No es grande. Sólo tiene unas 136 habitaciones. La nuestra era una junior suite con vistas al mar. Las mejores habitaciones están en las plantas superiores. No es que las habitaciones más baratas sean malas. Mi suegra se alojó en una habitación estándar y también era exterior y tenía terraza.
El hotel queda a una hora del Parque Nacional de Doñana. Más cerca está la Reserva Natural Marismas del Odiel.
No es un hotel que te salga muy barato porque hay que sumarle extras como los seis euros que te clavan por dejar el coche en el parking. ¿Se puede aparcar fuera? Nosotros lo intentamos y imposible. En una semana que estuvimos sólo encontramos sitio un día. El resto de día tuvimos que apoquinar en el parking.
Algún día comimos en el restaurante del hotel. Estaba especializado en cocina local y podías ver a los cocineros preparando los platos en directo.
Del desayuno no tengo queja. Era variado y abundante.
De lo que sí tengo queja es de la animación. Mi niña se aburría con la animación infantil. No era gran cosa. En cuanto a animación para adultos nada de nada. Tenías que animarte por tu cuenta.
Lo que más me gustó del hotel fueron los jardines. Estaban muy cuidados. Tenían en el jardín una especie de chiringuito donde hacían unas sardinas que te chupabas los dedos.
En todo caso volvería a este hotel de la provincia de Huelva. Tiene una ubicación excelente: justo delante de la playa.