El Tono 256 del Ultra gloss de Dior, me parece el gloss nude perfecto. De un precioso tono melocotón, queda sutil pero divino sobre los labios, especialmente en veranito, cuando la piel ha cogido un poco de colorcito. Tiene, además, unas partículas iridiscentes, que quedan de cine...
Su aplicador, con pincel de pelitos, no me gusta nada. Preferiría, claramente uno de espinita, porque aunque el de pelitos es más preciso, al cerrar el tubito es muy fácil pillar con el tapón algún pelo que queda viciado en su forma, deformado.
Tampoco su duración es mucho mayor que la de otros glosses más económicos, sobre todo, sí se tiene en cuenta su precio: pagar veintiocho eurazos por un brillo labial sigue pareciéndome una pasada. Aún así, reconozco que me encanta este tono, que ha pasado a convertirse en mi gloss favorito, por delante del Kiss Kiss Gloss de Guerlain.