Las Pringles, Hot & Spicy es la última variedad de estas conocidas patatas fritas que hemos probado en casa. Me decidí a meterlas en el carro nada más verlas en el Carrefour a vender porque las Pringles son nuestra marca favorita.
Lamentablemente no puedo decir que me hayan gustado. Las encuentro muy picantes. En cambio, mi marido las devora literalmente. Es cuestión de gustos.
Pero no puedo decir que el nombre incite al engaño. Ya lo dice: son spicy, picantes. Lo que pasa es que yo no esperaba que lo fueran tanto. Tomas dos y ya necesitas beber medio botellín de agua.
Se comercializan en envases cilíndricos, que resultan muy prácticos para llevar en el bolso y son mucho más seguros que las típicas bolsas de patatas.
De precio están en lo típico de esta marca. Cada paquete te sale a 1,95 euros. Son más caras que las patatas fritas de las otras marcas. La marca prestigiosa te la cobran bien cobrada. ¿Vale la pena pagar más? Sí y no. Por ejemplo, para el día a día yo me decanto por marcas blancas, pero para poner de aperitivo a las visitas prefiero esta marca. Parece que las visitas las consideran mejores que otros aperitivos de marca de distribuidor. También prefiero Pringles para llevar en el bolso. Las prefiero por su envase seguro. Suelo comprar de todas las variedades. Mis favoritas son las barbacoa. Estas Pringles, Hot & Spicy son demasiado picantes para mi delicado paladar.