Este es el segundo libro de a trilogía que está arrasando en gran parte del mundo, una trilogía que nos muestra el sexo sin tapujos, entre un hombre dominante y una mujer que se enamora de él, aunque no quiere ser una sumisa.
Dicen que éstos libros resultan excitantes. En el caso de este segundo libro, a pesar de que sigue describiendo los encuentros sexuales con demasiado detalle para mi gusto, si que le encuentro un punto, supongo que porque soy toda una romántica y es que ahora no es sólo sexo, ya hay algo mas entre los protagonistas.
El libro es muy fluido, muy fácil de leer aunque realmente tampoco es que ocurra demasiado y es que las 500 páginas sólo son un mes en la vida de Christian y Anastasia. Teniendo en cuenta que cada pocas páginas hay una detallada relación sexual que dura unas cuantas páginas, al final no queda espacio para que la historia avance.
Creo que el éxito de la novela no está tanto en el sexo como en la historia que hay detrás, el por que el protagonista actúa como tal y cuales son los traumas que le han llevado a su comportamiento. Todo ello escrito de una manera tan fluida, hace que sea muy cómodo y fácil de leer, enganchándote para saber lo que la autora oculta tan bien, aunque va dando pinceladas para que intentes deducirlo tu.