Casa Novavila en Pontevedra: te sientes como en la casa de un marqués
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Scarlett2000
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Incidencias
Si hay algún problema, no dudes en decírnoslo:
Acerca de:Casa Novavila [Pontevedra]
Ventajas:dichas
Desventajas:dichas
Algunas veces merece mucho la pena salir de los hoteles tradicionales y pasar el fin de semana largo en una casa rural como la Casa Novavila. Estás como en la casa de un marqués.
A mí me gustó más el exterior que el interior. Llegas y te encuentras con un gran caserón perfectamente restaurado en mitad de unos jardines cuidados.
La decoración del interior la encontré un tanto antigua. Podían haber introducido algunos toques de modernidad.
Nuestra habitación era amplia, pero la cama parecía sacada del siglo XIX. Lo mismo puedo decir de los sillones que había en un salón común. No me gustaron nada.
La casa tiene algún elemento de decoración más moderno, pero casi ni lo notas. En está línea más moderna destacaría unos sillones con mucho color que había en la terraza del jardín.
Estamos hablando de una casa rural en la que sólo admiten adultos. Nosotros estuvimos en unas vacaciones para dos, un pequeño respiro de tres días. Más tiempo no aguantaría sin mis hijas.
Me gustó mucho la cena de bienvenida que nos sirvieron el viernes. Era para todos los huéspedes, no para nosotros solos. Una cena con muchos mariscos y con vinos cultivados por la familia que regenta la casa.
Todo está muy limpio y es de muy buena calidad. Las sábanas mismas no se pueden comparar con muchas sábanas que te ponen en la mayoría de los hoteles.
Como os decía, te sentías como en la casa de campo de unos marqueses. El personal era muy amable, tal vez demasiado. Yo soy más de ir a mi aire. No me gusta que me estén continuamente ofreciendo actividades que no pido. Si quiero una diversión en grupo ya pregunto yo si hay.
Me llamó la atención que podías comprar de todo. Me dijo una camarera que era para que pudiera disfrutar en mi casa todo aquello. Nosotros no llevamos nada. Mi marido quería llevar unas velas que había en el cuarto de baño con el logotipo de la casa rural. Le dije que ni en broma. Las velas con aroma ya las compro yo en el Ikea a mi gusto.
La vela en cuestión tenía la originalidad de que olía a vino albariño. ¡Pero costaba 20 eurazos! Ya les valía. No me extraña que el negocio les vaya tan bien con esos precios.
A mí me gustó más el exterior que el interior. Llegas y te encuentras con un gran caserón perfectamente restaurado en mitad de unos jardines cuidados.
La decoración del interior la encontré un tanto antigua. Podían haber introducido algunos toques de modernidad.
Nuestra habitación era amplia, pero la cama parecía sacada del siglo XIX. Lo mismo puedo decir de los sillones que había en un salón común. No me gustaron nada.
La casa tiene algún elemento de decoración más moderno, pero casi ni lo notas. En está línea más moderna destacaría unos sillones con mucho color que había en la terraza del jardín.
Estamos hablando de una casa rural en la que sólo admiten adultos. Nosotros estuvimos en unas vacaciones para dos, un pequeño respiro de tres días. Más tiempo no aguantaría sin mis hijas.
Me gustó mucho la cena de bienvenida que nos sirvieron el viernes. Era para todos los huéspedes, no para nosotros solos. Una cena con muchos mariscos y con vinos cultivados por la familia que regenta la casa.
Todo está muy limpio y es de muy buena calidad. Las sábanas mismas no se pueden comparar con muchas sábanas que te ponen en la mayoría de los hoteles.
Como os decía, te sentías como en la casa de campo de unos marqueses. El personal era muy amable, tal vez demasiado. Yo soy más de ir a mi aire. No me gusta que me estén continuamente ofreciendo actividades que no pido. Si quiero una diversión en grupo ya pregunto yo si hay.
Me llamó la atención que podías comprar de todo. Me dijo una camarera que era para que pudiera disfrutar en mi casa todo aquello. Nosotros no llevamos nada. Mi marido quería llevar unas velas que había en el cuarto de baño con el logotipo de la casa rural. Le dije que ni en broma. Las velas con aroma ya las compro yo en el Ikea a mi gusto.
La vela en cuestión tenía la originalidad de que olía a vino albariño. ¡Pero costaba 20 eurazos! Ya les valía. No me extraña que el negocio les vaya tan bien con esos precios.
Fecha:09:14:32 20/06/13
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Votos:no disponible.
Categorías:Viajes
Etiquetas:alojamiento, Galicia, rural, novavila
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