Un exprimidor que me ha dado muy buen resultado y me lo sigue dando es el Jata EX389. Lo compré para mi madre y finalmente ha acabado en mi casa. Mamá es más de exprimidores manuales. Yo, en cambio, donde haya un buen exprimidor eléctrico que me quiten los exprimidores de hacer esfuerzo.
Este exprimidor me gusta mucho porque tiene la jarra graduada, lo cual me permite ir viendo la cantidad de zumo medida que voy teniendo según exprimo las naranjas. Cuando llego a mi cantidad, es decir, a unos 200 ml paro.
No me gusta que quede zumo sobrante. En este exprimidor no importa mucho hacer zumo de más porque cuenta con una tapa que te lo conserva sin que el zumo se oxide. Nunca lo he dejado más tiempo que de una comida para otra. La tapa del exprimidor lo conserva bien, pero algo de sabor de zumo recién hecho sí pierde.
El exprimidor Jata EX389 se desmonta totalmente, lo cual te permite limpiarlo minuciosamente. Yo suelo limpiarlo tras cada uso. Así me resulta más fácil su limpieza y evito que el zumo me tiña la jarra.
No es un exprimidor que ocupe mucho espacio en la cocina. Es bueno guardarlo cuando no lo utilizas porque en su color blanco se pega la grasa una barbaridad. Yo antes lo dejaba siempre sobre la encimera de la cocina. Ahora lo guardo bien limpio en una alacena.
De precio no está nada mal. Me costó 12,95 euros. No me parece nada caro dada su excelente calidad. Este exprimidor anduvo de casa en casa y no se ha estropeado lo más mínimo. Lo tengo llevado cantidad de veces a casa de mi madre cuando voy a pasar algún día con ella.