La lista de los nombres olvidados de Kristin Harmel es una novela de poco más de 400 páginas que me resultó triste. La acabé porque es de esas novelas que lees de un tirón gracias al vocabulario sencillo que usa en la narración.
Es triste porque trata el penoso tema del Alzheimer. Esta enfermedad es la que padece Rose, la abuela de Hope. Como era previsible la nieta la ingresa en una residencia de ancianos. En una de las visitas que le hace le pide que busque una serie de personas. A partir de ahí la autora nos va introduciendo en la Segunda Guerra Mundial, época a la que pertenecen las personas que la abuela le pide que busqué a nuestra protagonista.
La novela va ganando interés según avanzas en su lectura. No me sorprendió que la abuela de Hope sea muy distinta a tal como nos la describen en las primeras páginas de la novela.
No es una novela que recomiende ni que deje de recomendar. No la recomiendo porque me parece triste de principio a fin. Tiene partes que me resultaron más interesantes como, por ejemplo, las descripciones que hace de Hope y de su vida en una panadería. Casi se me hizo más interesante las narraciones sobre el presente que los secretos del pasado.
Está en lo políticamente correcto. Que nadie espere encontrar maldades en las dos protagonistas. Sólo encontrará un pasado de horror y sufrimiento que es totalmente previsible.
No es una novela que volvería a leer. La fui acabando leyendo todas las noches un poquito antes de dormir. No me resultó nada original.