De Costillas y Platos de barro.
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Chaimae
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Incidencias
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Acerca de:Restaurante Las Costillas [Madrid]
Ventajas:Buena relación calidad/precio. Menú diario.
Desventajas:Olor a humo. Postres corrientes.
En una calle escondida de un barrio tan populoso como el Puente de Vallecas y muy cerca del Bulevar se ubica el Restaurante Las Costillas, todo un clásico de la cocina del barrio, ya que lleva muchos años abierto al público. Cualquiera que sea de la zona lo conoce, al menos de nombre.
Aparcar no es fácil, pero es posible llegar en metro o autobús hasta casi la misma puerta. A la entrada es posible tomar algo en la barra y a la derecha, se encuentra la estrella de la casa: una gran parrilla repleta de costillas donde el cocinero no para.
El local es amplio, con mesas y sillas robustas, aunque la decoración no es nada del otro mundo. No obstante, se está cómodo porque hay bastante amplitud entre las mesas. A mí me parece idóneo para acudir con un grupo de amigos y compartir las carnes a la brasa o las parrilladas variadas (costillas, salchichas, morcilla, etc...) a un precio más que asequible para todos los bolsillos.
La carta ofrece varios primeros (ensalada de ventresca con pimientos (es enorme, la verdad), sopa castellana, sopa de picadillo, etc...) y algo de pescado, aunque éste no es un local para disfrutar de las delicias del mar.
Los más carnívoros NO pueden dejar de pedir las consabidas Costillas a la parrilla. Con mucha carne y en su punto justo, ya quisieran hacerlas así los restaurantes americanos que tanto pululan por Madrid. También es posible pedir una parrillada variada (para compartir, mínimo dos personas) o la opción más original: los platos de barro calientes donde hacerte a tu gusto la Carne de buey, que se vende al peso. Las carnes se acompañan de dos salsitas: barbacoa (normalita) y chimichurri (picantita, muy rica).
Para acompañar la comida, una frasca de vino de la casa o una cervecita muy bien tirada y fría de verdad, como a mí me gusta.
Lo peor de la carta son los postres, a base de helados comerciales y muy pocos caseros. Nada digno de mención.
En definitiva, un restaurante pensado para comer carne. La decoración no es romántica ni íntima, pero es ideal para grupos, con carne de buena calidad, cervecita bien tirada, servicio rápido y amable y precios de unos quince/veinte euros por persona. Un precio magnífico para los tiempos que corren y teniendo en cuenta calidad y cantidad de las raciones que se sirven en Las Costillas. Además, nos invitaron a unos chupitos de orujo de whisky o licor de hierbas.
Eso sí, es posible salir con un cierto olor a humo en la ropa, a pesar de lo lejos que está el comedor de la parrilla.
Es imprescindible reservar, especialmente viernes y sábados, aunque como dispone de un menú del día a un precio muy razonable, también se pone hasta la bandera entre semana a la hora de la comida.
Datos de Interés:
Dirección: C/ Tajos Altos 12, 28053 Madrid.
Metro: Puente de Vallecas, Nueva Numancia (ambos de la línea 1).
Teléfono: 91 477 33 69.
Aparcar no es fácil, pero es posible llegar en metro o autobús hasta casi la misma puerta. A la entrada es posible tomar algo en la barra y a la derecha, se encuentra la estrella de la casa: una gran parrilla repleta de costillas donde el cocinero no para.
El local es amplio, con mesas y sillas robustas, aunque la decoración no es nada del otro mundo. No obstante, se está cómodo porque hay bastante amplitud entre las mesas. A mí me parece idóneo para acudir con un grupo de amigos y compartir las carnes a la brasa o las parrilladas variadas (costillas, salchichas, morcilla, etc...) a un precio más que asequible para todos los bolsillos.
La carta ofrece varios primeros (ensalada de ventresca con pimientos (es enorme, la verdad), sopa castellana, sopa de picadillo, etc...) y algo de pescado, aunque éste no es un local para disfrutar de las delicias del mar.
Los más carnívoros NO pueden dejar de pedir las consabidas Costillas a la parrilla. Con mucha carne y en su punto justo, ya quisieran hacerlas así los restaurantes americanos que tanto pululan por Madrid. También es posible pedir una parrillada variada (para compartir, mínimo dos personas) o la opción más original: los platos de barro calientes donde hacerte a tu gusto la Carne de buey, que se vende al peso. Las carnes se acompañan de dos salsitas: barbacoa (normalita) y chimichurri (picantita, muy rica).
Para acompañar la comida, una frasca de vino de la casa o una cervecita muy bien tirada y fría de verdad, como a mí me gusta.
Lo peor de la carta son los postres, a base de helados comerciales y muy pocos caseros. Nada digno de mención.
En definitiva, un restaurante pensado para comer carne. La decoración no es romántica ni íntima, pero es ideal para grupos, con carne de buena calidad, cervecita bien tirada, servicio rápido y amable y precios de unos quince/veinte euros por persona. Un precio magnífico para los tiempos que corren y teniendo en cuenta calidad y cantidad de las raciones que se sirven en Las Costillas. Además, nos invitaron a unos chupitos de orujo de whisky o licor de hierbas.
Eso sí, es posible salir con un cierto olor a humo en la ropa, a pesar de lo lejos que está el comedor de la parrilla.
Es imprescindible reservar, especialmente viernes y sábados, aunque como dispone de un menú del día a un precio muy razonable, también se pone hasta la bandera entre semana a la hora de la comida.
Datos de Interés:
Dirección: C/ Tajos Altos 12, 28053 Madrid.
Metro: Puente de Vallecas, Nueva Numancia (ambos de la línea 1).
Teléfono: 91 477 33 69.
Fecha:18:34:41 03/11/13
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Votos:no disponible.
Categorías:Viajes
Etiquetas:Madrid, restaurantes, parrilladas, Costillas, Vallecas
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