La última vez que estuvimos en Burgos nos alojamos en el Hotel Husa Puerta de Burgos, un cuatro estrellas que está bien ubicado y que tiene unos precios muy razonables.
Es perfecto si llevas tu coche porque este hotel está en la Avenida de Vitoria, una de las carreteras para entrar y salir de la ciudad.
A nosotros nos dieron una habitación de la octava planta bastante tranquila. La única desventaja que le encontré fue la puerta del armario. Con aquella puerta tan pesada para abrir no necesitabas caja de seguridad. Acabé con dolor en los brazos de abrir y cerrar la puerta.
La habitación era amplia y luminosa. Tenía también unas buenas vistas porque el edificio que teníamos enfrente era más pequeño.
No me gustó mucho la decoración. La cama, por ejemplo, tenía un cabecero que cubría casi toda la pared hasta el techo. El resto de la pared estaba forrada por espejo. Me sentí rara en aquella habitación un tanto vanguardista.
El hotel ha sido remodelado hace cosa de tres años. Se le nota por las modernidades que le han introducido en la decoración y también se nota en los sanitarios de los cuartos de baño; se ven muy nuevos.
Una desventaja que destacaría son los precios que te clavaban por las bebidas del minibar. Por una simple cerveza tenías que pagar 2,95 euros. No te digo nada lo que había que pagar por las bebidas alcohólicas. Mi chico pillo una y fueron casi seis euros. Para emborracharse había que ir a comprar las bebidas en un supermercado y hacer botellón en la habitación.
La decoración del cuarto de baño era muy similar a la de la habitación. Tenía las paredes cubiertas de espejos. Casi me deprimo porque estaba con unos kilos de más y mirándome en el espejo parece que me veía más gorda todavía. Encima la ducha era fija. Yo prefiero duchas que puedas mover a tu gusto. Ni siquiera puedo decir que me gustara la bañara. Era pequeña para mi gusto. Allí había mucho espejo y algo de cutrez en los nuevos sanitarios que habían instalado cuando remodelaron el hotel. Le sobraban espejos y un teléfono que estaba instalado cerca de la bañera. Supongo que sería para llamar a recepción si quedabas encerrada en el cuarto de baño.
Fuimos un día a comer al restaurante del hotel. El menú del día nos salió a 16 euros por cabeza. Era un viernes. Los sábados y domingos decían que clavaban una barbaridad.
Pese a haber tanto espejo en habitación y cuarto de baño estaba todo muy limpio. Lo mismo puedo decir de las estancias comunes. En limpieza a los empleados del Hotel Husa Puerta de Burgos hay que darles un diez.
Donde nos dejamos una pasta fue en el parking. Tuvimos que pagar 12 euros por día. Yo hubiera dejado el coche en la calle, pero mi pareja se ponía de los nervios pensando que nos iban a robar el cochazo que acababa de comprar.