La marca Gallo es una marca que está muy presente en mi vida. Cuando era niña, mi madre compraba productos Gallo. Ahora soy yo la que le sigue siendo fiel.
Una harina que me encanta de esta marca es la Gallo Harina de Repostería, una harina pensada para hacer postres. Puedes usar una harina cualquiera para hacer tus magdalenas y bizcochos, pero con Gallo Harina de Repostería parece que salen mucho más sabrosos, aunque mi suegra dice que es lo mismo.
Es una harina de color blanco nieve, fina, que no hace ningún grumo cuando trabajas con ella en la elaboración de postres caseros. La diferencia con la harina normal está básicamente en que es más fuerte, en que tiene más gluten.
La venden en envases similares a todos los de la marca Gallo en lo que se refiere a harinas. Enseguida te das cuenta de cual es esta harina de repostería al mirar los precios. Sale más cara que la harina normal. Me costó el último paquete que compré 1 euro. Creo que cobran más la marca que la calidad de la harina, que es muy buena, por supuesto.
Yo la estoy usando para hacer magdalenas. Para hacer galletas prefiero la harina normal. Manías mías. Mi madre prepara las galletas con esta harina de repostería y yo les noto un sabor distinto. Me gustan más las que preparo yo con harina normal.
Los bizcochos y magdalenas, en cambio, salen más esponjosos con la Gallo Harina de Repostería. Por eso os la recomiendo. Vale la pena, pues, pagar un poco más.