Me llamó la atención que el Teleférico de Eyüp, Estambul, fuese tan moderno. Una espera encontrar todo en los países del Tercer Mundo como en la Edad Media, pero la modernidad llama a la puerta en todos los sitios.
Nosotros fuimos en este teleférico hasta el Cuerno de Oro, desde donde las vistas de Estambul son muy buenas, sobre todo los días que no llueve. El viaje en teleférico fue tranquilo y barato. Sólo nos costó el billete unos 70 céntimos. Podías pagar en dinero contante y sonante o bien con unas tarjetas monedero que vendía a 1,50 euros al cambio. En Turquía el transporte público no es nada caro, por lo menos para los turistas.
El viaje dura unos cinco minutos. Me pareció seguro. Puede serlo porque el teleférico, según me contaron, es del año 2010. Todavía no ha tenido tiempo a estropearse. El Teleférico de Eyüp, Estambul, es mucho más moderno que el teleférico e Madrid. Lo único que no me gustó del Teleférico de Eyüp fue que pasase por encima de un cementerio. Me dio cosilla. Por lo demás me pareció perfecto.
Os lo recomiendo. Desde el teleférico puedes hacer bonitas fotografías de todo lo que tienes abajo. Mi marido hizo cientos de fotos. Yo me limité a disfrutar de las vistas y a cruzar los dedos. Los teleféricos no son unos medios de transporte que me hagan mucha gracia. Cuando nos subimos a uno, prefiero ir sin las niñas. Mi marido siempre dice que son seguros, pero una tiene sus reservas. No vaya a ser que caigas o que se pare y quedes arriba tiempo y tiempo hasta que lo vuelvan a echar a andar.