La Kiko Sunproof BB Cream SPF 30 es una crema hidratante con protección solar que no me deja ninguna sensación de grasa aunque sea generosa con las cantidades que me aplico. No me esperaba encontrar una crema tan buena cuando la compre en su caja de cartón pequeña y rectangular de color blanco y marrón.
Yo la compré porque me gustó la caja. Me apreció muy elegante para tener sobre mi tocador.
La crema viene en un tubo de plástico de color nacarado y con las letras en un bonito color dorado. Es de esos tubos que se aprovechan bien y se aguantan sobre el tapón.
Me gusta su textura intermedia. Ni es muy fluida ni es demasiado densa. Se aplica rápido. Mi piel la absorbe pronto. No tengo que esperar horas.
El resultado es inmediato. Gracias a esta crema de la marca Kiko consigo una piel uniforme, sin imperfecciones visibles y sin ningún signo de cansancio.
La venden en cuatro tonos:
1. Very light, un tono muy clarito con un toque rosado que nos queda perfecto a las mujeres que tenemos la piel muy blanca. Es el que compro yo.
2. Light, un tono también claro con un toque amarillo que te deja aspecto de gato. Lo compró mi hermana y lo acabó tirando porque le quedaba horrible.
3. Medium, un tono medio con un toque amarillo, es un tono que vale para todo el mundo y es el que debes comprar si dudas entre los dos tonos anteriores.
4. Dark, un tono oscuro que te va muy bien si te quieres poner como un bronceado en la cara. Te deja casi mulata.
Os recomiendo esta crema. Es fabulosa. Además tiene un precio muy razonable. El tuvo de 30 ml cuesta 8,90 euros. Te puede parecer algo cara, pero, como cunde bastante, te acaba saliendo barata. Yo no me la pongo todos los días. Sólo me la aplico cuando la necesito. Con esta crema como base de maquillaje el maquillaje te dura más tiempo sin necesidad de hacer retoques. Ah... y otra ventaja es que tiene protección solar, cosa muy importante en estos días de verano.