En cualquier casa es imprescindible un microondas y, si puedes tener dos, mejor que mejor. Es la manera más rápida de cocinar, cosa que valoramos mucho las amas de casa de hoy en día.
Yo tengo el Bosch HMT 85 M 650, un microondas sencillo más que suficiente para un uso doméstico. Sólo tiene una potencia de 900 w, pero tampoco necesito más para preparar esas comidas que compras en los supermercados para calentar en un par de minutos. Me refiero a las croquetas congeladas, a las tortillas de calentar y listo e incluso al pescado tipo merluza que tanto compro yo para mi feliz familia. En mi casa se comen muchos filetes de merluza congelados.
El diseño del microondas Bosch HMT 85 M 650 es sencillo y funcional. Yo siempre había tenido microondas de color blanco. El Bosch HMT 85 M 650 es de color acero inoxidable por fuera. Tiene que serlo porque está fabricado con este material.
Esto no quiere decir que sea menos manchadizo. Noto que se mancha tanto o más que los microondas que son de color blanco. Como no le pases una bayeta mojada por fuera todos los días, se te pone hecho un asquito con la grasa de toda cocina donde se cocina a destajo.
Su tamaño es correcto para una cocina no muy grande. Tiene 38 cm de altura. No lo ves mucho trasto en la encimera de la cocina. Incluso lo puedes meter en alguna cavidad de las lacenas como he hecho yo. En la encimera ya tengo demasiados artilugios.
Su uso es muy intuitivo. No tienes ni que mirar el manual de instrucciones si ya has tenido otro microondas. Como dice mi suegra, todos funcionan igual, aunque ella echa en falta que el Bosch HMT 85 M 650 no tenga mandos digitales. Como os decía, es muy sencillo. Hay microondas mucho más completos a vender en el mercado. La mayor ventaja que le encuentro es que tiene un plato giratorio. Por eso os lo recomiendo.
Dadas sus prestaciones corrientitas no entiendo por qué es tan caro. Me costó 179 euros. Lo compré porque quería un microondas de color acero inoxidable.