Un grupo de 32 jubilados contratamos un seguro de asistencia en viaje con Europ Assistance para cubrir los riesgos propios de un viaje de este tipo (Múnich como destino y una duración de cuatro días)
Habíamos comprado los billetes de avión con mucha antelación aprovechando tarifas baratas que no admitían cancelaciones ni devoluciones treinta días antes de la fecha de salida.
También habíamos concertado un transfer en autobús aeropuerto-hotel y viceversa, una visita guiada en grupo a Múnich y también habíamos comprado un billete colectivo de ferrocarril para el recorrido i/v Múnich-Salzburgo.
Cuando faltaban unos quince días, a uno de los viajeros se le tuvo que implantar un marcapasos por lo que se vio obligado a cancelar su viaje así como el de su esposa. Europ Assistance nos exigió la prueba de la cancelación de la compañía aérea que resultaba imposible porque la compañía lo único que hacía era recordar que a partir de 30 días no había ni devoluciones ni cancelaciones.
Tampoco es posible cancelar dos plazas en una visita guiada a la ciudad a precio cerrado de grupo ni en un billete colectivo de tren y –lo último- ¿cómo se pueden cancelar dos plazas en un transfer en autobús? Lo que se ha contratado es el autobús, sea para 30 o para 32.
Al final, conseguimos un arreglo satisfactorio ya que dos personas se apuntaron al viaje en sustitución de las dos que no podían y Europ Assistance accedió a cambiar sus dos nombres en la póliza.
Pero, ¿qué hubiera pasado si no llegamos a contar con dos suplentes?
En resumen, y de acuerdo con nuestra experiencia, antes de contratar con Europ Assistance pregunten qué pasa con los billetes colectivos y con las cada día más habituales tarifas compradas con antelación que no admiten cancelación ni devoluciones.