La Residencia Maya Hotel Alicante tiene una ubicación excelente para hacer turismo por Alicante. Está en el casco histórico de la ciudad. Nos dieron a elegir entre una habitación con vistas al castillo y otra con vistas al mar. Elegí la que tenía vistas a la playa. Me encanta levantarme por la mañana y ver el mar a mis pies.
No es un hotel lujoso, pero resulta cómodo y está bien de precio. Nosotros estuvimos cómodos durante la semana que pasamos por allí con las niñas. Tenía playas cerca, un centro comercial para fundirle la tarjeta a mi marido, una piscina para los día que no me apetecía bajar a la playa. Sólo eché de menos que el personal no fuera más amable con los turistas españoles. A mí una vez me hablaron en inglés en recepción. Debieron pensar que era sueca porque soy rubia. Están muy centrados en el turismo extranjero. Deberían pensar que los turistas nacionales también somos clientes.
Nuestra habitación era amplia, en tonos amarillos. Mi marido quería una que tenía las paredes pintadas de color rojo pasión. Yo preferí la amarilla canario. No soy supersticiosa.
La habitación tenía tres camas grandes. Una para nosotros y las otras dos para las niñas. Había un escritorio sencillo, un ordenador para conectarte a Internet gratis, un buen televisor de plasma, aire acondicionado para que no nos cociéramos con las altas temperaturas alicantinas, TV vía satélite, un minibar bien surtido.
En el cuarto de baño nos dejaron un secador de pelo que funcionaba bastante bien. Teníamos ducha y bañera. No era un cuarto de baño lujosos, pero resultaba cómodo y estaba bien limpio.
Os recomiendo esta Residencia Maya porque está bien comunicado con la playa del Postiguet, que te queda a unos 5 minutos de caminata. Es una playa que me gusta mucho. No nos aburrimos en este hotel y eso que todavía no tenían en marcha el programa de animación para adultos y niños que sólo funciona durante los meses de julio y agosto. Deben pensar que los otros meses la gente no necesita que la animen.