El Parador de Soria está en Parque del Castillo, s/n, en una zona muy bonita, llena de naturaleza salvaje. Es un sitio perfecto para apartarte del mundanal ruido. El parador está rodeado de mucha arboleda y, a sus pies, pasa el famoso río Duero.
El interior del Parador es bastante moderno. No lo esperaba tan moderno. Las estancias comunes tienen las paredes decoradas con versos, dibujos y fotos de Antonio Machado.
Las habitaciones son acogedoras, con mucha madera de pino y grandes camas. las hay con camas de dosel y las hay con camas de matrimonio normales. Nosotros nos quedamos con una de estas últimas. Las camas de dosel no me gustan.
Era una habitación grande, con suelos de tarima, una cama de matrimonio enorme, un escritorio haciendo juego con la cama, las paredes libres de cuadros. Lo mejor de la habitación eran las vistas. Veías todos los alrededores verdes.
Nos quedamos a comer y a cenar en el restaurante. Era un restaurante con decoración moderna. Nos pusieron una sopa de ajo a la soriana que no fue muy de mi gusto. Me recordó la sopa de ajo que nos hace mi suegra después del cotillón de Fin de Año. dice que es buena para el estómago. La del restaurante del Parador de Soria no me sentó demasiado bien. A mí no me sienta nada bien lo que no me gusta. había también migas, un plato de alubias que quitaba las ganas de comer y un asado de cordero de la tierra que era lo mejor de la carta.
Lo pasamos bastante bien el fin de semana que estuvimos en el Parador de Soria con las niñas. Mis hijas aprovecharon para estudiar. Nada las distraía. Yo aproveché para hacer trabajos con el ordenador que tenía pendientes. Fue mi marido el que se apuntó al ocio de los alrededores. Hizo unos paseos en canoa por el Duero con unos amigos que también estaban pasando unos días en el Parador.
Os recomiendo el Parador de Soria para pasar unos días alejados del mundanal ruido. Lo tienen muy limpio y el personal es amable.