Tengo una piel muy delicada. No es porque los productos me den alergia, sino porque si no tengo cuidado a la hora de limpiarme la piel la piel se me llena de granos. Además, después de un tiempo un producto que parece irme bien de repente ya no me va tan bien, así que me paso la vida probando limpiadores.
La espuma Rinse Off de Clinique está indicada para pieles mixtas y desmaquilla incluso maquillaje de larga duración, pero no sirve para los ojos, no sólo porque no lo quite, sino porque si se te mete un poquito en los ojos ves las estrellas.
Su textura es densa, incluso después de trabajarla sobre el rostro mojado está bastante compacta, aunque se retira con mucha facilidad con agua.
La sensación que deja es de piel limpia, quizá demasiado tirante para mi gusto, pero se soluciona poniéndonos la crema.
Es un producto sin perfume, como todos los de la marca Clinique, totalmente recomendable para personas con la piel sensible, pero también para personas que no la tengan sensible.
Hay que tener en cuenta que es un desmaquillante al agua, por lo que su uso en invierno no me resulta muy agradable y no es muy cómodo, pero el resultado es 100% recomendable.
No recuerdo lo que me costó y es que la tengo hace tiempo porque alterno limpiadoras. Es un producto que cunde muchísimo, aunque lo uses a diario pues hay que utilizar muy poquita cantidad. Al contacto con el agua la espuma parece expandirse, así que con una cantidad del tamaño de un guisante tienes para desmaquillarte todo el rostro. Vienen 150 ml en el tubo, ya os imagináis lo muchísimo que dura.