Hermés se caracteriza normalmente por tener fragancias bastante frescas, con muy buen olor, pero poca fijación y eso, en los precios que tiene Hermés es algo que no se puede consentir. Es una pena porque son olores muy ricos pero te dejan la cartera temblando-
Eau de Mandarine Ambrée es un agua de colonia que definen como unisex. Es verdad que el aroma final de una fragancia depende mucho del ph y grosor de la piel, pero no me suelen gustar la idea de ir oliendo igual que un chico. De hecho, siempre que me dicen que es unisex me produce como rechazo. Sin embargo, esta colonia me encanta porque es totalmente cítrica, refrescante e ideal para esos días de calor cuando te has pasado toda la jornada en la playa sudando como un pollo. Te das una ducha rápida, te la pones y pareces revivir. Es un aroma que te llena de energía. Si tuviera que buscarle una pega sería que tiene un olor demasiado marcado a mandarina, podríamos llegar a pensar que te has estado frotando con la piel de la mandarina y es que en su salida el olor es tan intenso que tiene hasta ese punto acidez del cítrico.
Por suerte al cabo de unos minutos esa acidez se suaviza con el dulzor de la fruta de la pasión y el ámbar, quedando un aroma cítrico no tan intenso que te hace sentir revitalizado y fresco. Es casi como cuando te tomas un zumo de naranja recién levantado. Es un olor que te carga las pilas.
Al igual que otras fragancias de Hermes de este tipo, cojea un poco en el tema de la fijación. Que tenga tan buen olor no compensa que en dos horas no haya ni rastro en piel teniendo en cuenta que sale casi a euro el mililitro. El frasco de 100ml cuesta 95€, lo que es un dolor.
Es una buena opción para regalar si sabes que alguien lo usa pero no destaca ni por su olor ni por el diseño del frasco, de líneas rectas con el mismo formato que casi todas las fragancias de Hermés, sólo cambia el color del frasco. Este es de color naranja, como las mandarinas.