Estuve con mi marido y con las niñas en uno de los Apartamentos Andrómeda y quedamos bastante contentos con los servicios recibidos. Nos tocó un apartamento lleno de luz, decorado con sencillez y mejorable en algunos aspectos.
Por ejemplo, la cocina era una simple cocina portátil metida dentro de un armario. Para mí sobró, pero, si hubiéramos llevado a la madre de mi marido, hubiéramos tenido un berrinche. Mi suegra necesita una cocina como Dios manda para preparar sus exquisiteces. Para mí llegó aquella cocina porque no hice más que descongelar en el microondas comida preparada en el supermercado y hacer unos cafés.
También es mejorable la insonorización. Se oyen casi las conversaciones de la calle. Tanto da que tengas las ventanas cerradas o abiertas. Menos mal que tuvimos una calefacción decente. Yo temía morirme de frío cuando escuché tanto ruido de la calle. Las ventanas que insonorizan mal suelen dejar pasar frío, pero, como los radiadores estaban a todo trapo, no hacía nada de frío.
Los muebles del apartamento son muy sencillos. Muebles de Ikea baratos, decía mi marido. Pero, como estaba todo muy limpio, no tenías problemas para vivir allí unos días. De haber estado más tiempo, hubiera echado de menos las comodidades de mi casa. El colchón de la cama de matrimonio, por ejemplo, se me hacía duro. Los colchones siempre me dan problemas en los hoteles y apartamentos. No hay ninguno como el de mi cama.
Os recomiendo estos apartamentos. Los Apartamentos Andrómeda están muy bien comunicados por transporte público. Esto es importante para personas que no tienen coche. Nosotros teníamos nuestro propio vehículo, pero, nunca viene mal tener un bus urbano cerca.
El personal es amable. Destacaría sobre todo la amabilidad de la chica de recepción. Nos regaló unos bolígrafos con una libretita tipo agenda. Todo un detalle. Volvería a los Apartamentos Andrómeda sin pensarlo dos veces. Es un alojamiento barato a tener en cuenta.