No hay nada mejor que una novela rosa en tus manos para olvidarte de tus problemas y sufrir con los problemas ajenos. Con Siempre a tu lado lo consigues. Por primera vez en mi vida, sentí lástima de un hombre leyendo las más de trescientas páginas que tiene esta novela escrita por Susan Andersen.
El protagonista masculino es Beau Dupree, un hombre que se gana la vida como guardaespaldas, pero que no disfruta con el trabajo que le ha tocado: seguir a todas partes a una niña rica, llegada a Nueva Orleáns para la inauguración del nuevo hotel de su millonario papá. Como no resiste a su clienta intentará ser despedido. Para ello sólo debe sacar de sus casillas a Juliet. ¿Lo conseguirá?... El final está cantado. Estos dos acaban juntos fijo, pero mientras vas leyendo escenas más o menos románticas entrelazadas con algo de sexo para que el lector o lectora se enganche más a una trama nada novedosa. La autora intenta salirse algo de lo de siempre, pero no lo consigue. En su afán de ponerle intriga al tema cae en lo cómico. Por ejemplo, con el ladrón de bragas.
Os recomiendo esta novela. No tiene tantas páginas como otras novelas románticas y la lees de un tirón. Eso sí, no te quedan ganas de una segunda lectura ni para un día de lluvia.
El personaje femenino más interesante no es la protagonista, la hija de papá millonario sino su secretaria. La encuentras menos estereotipada que el resto de personajes. La secretaria de la protagonista da mucho juego en la novela.
Lo que más me gustó de esta novela fue su portada. Es bonita con esos zapatos de tacón rojo. Una portada muy femenina. Seguro que por su portada se vende en las librerías. A las mujeres se nos va la mano a los libros de portadas atractivas y la portada de Siempre a tu lado es muy chic.