Me gusta mucho este colorete porque más que un colorete podríamos meterlo en la categoría de los iluminadores. Queda genial, se nota mucha más luz en las mejillas pero a la vez queda natural, que es lo que yo busco en los productos de maquillaje.
Fresh Bloom lo hay en tres colores, todos son una flor que tiene varios colores con lo que al mezclar con la brocha los diferentes pigmentos hacen que quede tan natural y es que hay que tener en cuenta que nuestra piel no es uniforme, por lo que un colorete de un tono único se va a notar mas que este.
Los tres tonos que son rosa claro, rosa mas intenso y tonos mas marrones. Yo tengo el rosa mas intenso, aunque sigue siendo un rosa claro. La flor que forma el colorete está compuesta por diferentes todos de rosa y la forma de usarlo es como la de cualquier colorete. Pasamos la brocha por el polvo y a darle vida a tus mejillas. El truco está en que al no ser un sólo color se consigue una mayor luminosidad en la zona.
Y ahora llegan los inconvenientes. El primero para mi realmente no lo es porque a mi me gusta que todo lo que me pongo de maquillaje quede muy natural y este colorete, al pigmentar muy poco, deja un velo de color muy ligero en la piel, de modo que puedes manejar muy bien la intensidad del color. A quien le guste marcarse mucho el pómulo le parecerá un poco engorroso porque hay que trabajarlo para conseguir tono.
El otro problema es la duración, pero yo creo que tiene mucho que ver con lo anterior. Al poner poco producto la duración de este es muy corta, con lo que a las pocas horas parece que no llevas nada de colorete. La solución para esto es sencilla: Llevar la polvera en el bolso y retocarte, al fin y al cabo para eso está, y es que incluye brocha y espejito, así que se acabó el problema.