La Plaza de los Fueros, Tudela, se ha convertido en un lugar de encuentro para lugareños y turistas. Todo el mundo la conoce. Por eso es lo más cómodo para quedar con la gente. Yo la conozco de toda la vida. Una tía mía vive cerca. De pequeña iba a jugar por la zona con mi hermana y mis primas. Es una plaza que está llena de recuerdos de mi infancia no tan lejana.
Mi tía me contó que fue construida para una plaza de toros. Afortunadamente, cambiaron de idea y la dejaron en una plaza para la localidad. Fue un acierto por su ubicación céntrica.
Esta plaza es la puerta de acceso a la zona de la judería y a las calles del casco viejo de la pequeña ciudad de Tudela. Se trata de una plaza del siglo XVII presidida por la torre del reloj, una torre muy fotografiada por los turistas. Hace tiempo que no voy por allí. Supongo que seguirá teniendo el mismo kiosko en el centro.
Los edificios que la rodean tienen muchos escudos y ornamentos en piedra. En los siglos antiguos se mataban a trabajar. Por eso han llegado hasta nosotros esas preciosidades. Nosotros no dejaremos a nuestros descendientes una arquitectura tan trabajada. Es lo que más me maravilla de estas antigüedades como la Plaza de los Fueros. Mis hijas siempre quedan mirando sus arcos. Esto es común a otras plazas mayores en los pueblos y ciudades españolas.
Os la recomiendo. También os recomiendo ir cuando hay fiestas. Siempre hacen bailes y actividades varias en la Plaza de los Fueros. Es un sitio en el que se concentra mucha gente porque suele haber animaciones festivas muy del gusto de los turistas. También está bien ir cuando no hay fiestas. El ambiente es más tranquilo. Puedes ir hacia las calles del casco histórico de Tudela y darte un paseo por los pavimentos que conocieron el pasado.