Después del verano notaba mi piel bastante apagada y decidí utilizar un peeling químico casero, ya que el otoño es la época del año ideal para someter a la piel a este tipo de tratamientos.
Un peeling es un tratamiento mediante el cual la piel se renueva eliminando las células muertas.
Tras investigar online y consultar en un par de farmacias, compré Neostrata®, Citriate Home Peeling System, un sistema de peeling de uso domiciliario (es decir, no se necesita la intervención de un profesional de la estética para realizarlo).
El producto viene en una caja que contiene cuatro sobres. Cada uno de ellos contiene un disco impregnado en ácido glicólico y cítrico. También se incluyen cuatro monodosis post- peeling de una crema reparadora con ácido lactobiónico.
La duración del tratamiento es de 4 semanas y el momento perfecto para aplicarlo es la noche. Concretamente yo recomiendo iniciarlo durante un fin de semana, un puente o unos días libres, ya que la piel se vuelve algo sensible al día siguiente de la aplicación y así podemos evitar salir al aire libre, si fuera necesario.
La aplicación es fácil:
Se limpia la cara con el limpiador habitual. Una vez seca, se abre el sobre que contiene el disco y se desliza por el rostro haciendo especial hincapié en las zonas problemáticas, como el tabique nasal o las aletas de la nariz, donde se suelen formar puntos negros. Ni que decir tiene que hay que evitar el contorno de ojos y labios donde la piel es especialmente fina.
Se esperan quince minutos y se aclara la cara con agua, eliminando muy bien los restos del producto. Finalmente se aplica la crema reparadora post-peeling. Aunque puede parecer que es mucha cantidad y que la piel no va a absorber todo el producto, no es así. La piel lo absorbe todo (por algo es una monodosis).
Es importante recordar que si se usan productos que llevan ácidos, es imprescindible aplicar un buen protector solar, de SPF 30 en adelante.
En mi caso, los resultados (tras las cuatro aplicaciones) han sido muy satisfactorios: mi piel está mucho más suave, el tono es más claro y uniforme y las líneas de expresión y arruguitas, muy difuminadas. El tamaño de mis poros ha disminuido y ha desaparecido ese tono cetrino y apagado que tenía antes de usar este peeling.
En relación con las manchas y las cicatrices de acné, no puedo opinar porque no tengo ninguna (por suerte).
Es un tratamiento con el que repetiré un par de veces al año. Por ejemplo al finalizar el verano y al finalizar el invierno, antes de que aumenten las horas de exposición solar.
Su precio ronda los 30 euros, dependiendo de si se compra en farmacias on line, físicas o en la parafarmacia de El Corte Inglés.