Cuando se tienen preadolescentes en casa, es conveniente hacer acopio de remedios contra el típico acné juvenil que empieza a hacer su aparición en esta etapa.
Consultado el pediatra y dado que en el caso de mi hijo no vio la necesidad de visitar un dermatólogo, seguí su recomendación de comprar las Toallitas Eridosis.
Se comercializan en farmacia y parafarmacia sin receta, en una caja con 60 toallitas y su precio ronda los 4 euros.
Cada toallita viene impregnada en eritromicina, un antibiótico de amplio espectro que se puede usar sobre la piel para evitar la aparición del acné o acelerar su curación una vez que ha hecho su aparición.
Deben usarse una toallita por la mañana y otra por la noche, con la cara limpia y seca. Lógicamente, no se puede pasar la toallita dos veces por la misma zona para evitar extender las bacterias causantes de los granitos.
Mi experiencia: No es un producto milagroso, pero siendo constantes se acelera bastante el proceso de secado de los granos. No obstante, no me parece que este producto sea útil en caso de un acné extendido. Es más bien para granitos esporádicos y casos de acné leve.
En un primer momento deja una sensación un poco grasienta pero el producto se absorbe rápidamente y la sensación de grasa desaparece. Al momento de aplicarlo no se nota mucho el resultado, solo en aquellos granos muy rojos y abiertos. Pero al día siguiente los granos están visiblemente más secos.
Su olor es fuerte (como a alcohol) pero soportable y si se acerca la toallita a los ojos, estos pueden irritarse un poco.
En definitiva, por el precio que tienen, las recomiendo sin dudarlo para casos de acné leve o puntual.