Andar no es lo mío, pero acabo siempre haciendo rutas de senderismo porque mi marido es muy aficionado al deporte de andar. La última ruta que hicimos fue el Sendero del Escalerón de la Raya, en la Serranía de Cuenca, en concreto en una bonita localidad que se llama Uña. Uña es un pueblo de Cuenca donde empieza el Parque Natural de la Laguna de esta provincia española.
Te encuentras en el camino ríos con hoces que se van comiendo el cauce en sus características cortadas. Nosotros nos acercamos hasta el Centro de Interpretación de la Naturaleza. Allí te lo explican todo. Servidora dejó a su santo y a las niñas con las explicaciones mientras recobraba fuerzas sentada en un banco. No podía de mis pies.
Después de las explicaciones sobre la naturaleza de la comarca nos fuimos hasta el río Júcar. Subimos por un camino que tenía una cuesta horrible. Yo me agarraba al brazo de mi santo y ni dejando que tirará por mí era capaz de apurar el paso. Mi santo decía que íbamos de procesión. Siempre le vienen las prisas en el campo. Nos sentamos en el campito que había donde la laguna y comimos los bocadillos. Se respiraba de lujo. Por allí no ha llegado todavía la civilización contaminante..
Mi marido nos explicaba la flora acuática, los pinos, señalaba las aves y les ponía nombres. No creo que vuelva, aunque sólo sea para perderme las clases de ciencias naturales de mi santo. Me gusta más la Historia que las Naturales. Pero os recomiendo ir. El Sendero del Escalerón de la Raya no está muy concurrido. Nosotros no nos cruzamos con nadie. Elegimos muy buen día: ni turistas andarines ni lluvia. Aquello era como el paraíso de Adán y Eva, pero sin comodidades. Mi marido decía que parecía un jardín natural. Tan natural era que yo me acordaba de mi casa cada segundo.