¡¡Buenas a todos!!
Hace unos pocos días fue mi cumpleaños y mi pareja me tenía preparada unas cuantas sorpresas, entre ellas ésta de poder comer dentro del restaurante El Portalón. Así que al día siguiente de mi cumpleaños, sin niños, reservó para poder comer en este restaurante y os vengo a contar mi experiencia sobre el mismo.
En este momento me gustaría hablaros del restaurante El Portalón.
CARACTERÍSTICAS
El restaurante El Portalón se encuentra situado en la ciudad de Vitoria, justo en el Casco Histórico de la ciudad. Su ubicación exacta es la calle Correría, 147-151. Se trata de un restaurante que se encuentra situado dentro de una casa'''que data del siglo XV'''.
Ofrece a sus clientes la posibilidad de degustar diferentes tipos de menús o pedir platos a la carta. También cuenta con cenas teatralizadas donde los camareros se están disfrazados con trajes de época medieval y ofrecen un espectáculo a la vez que cenas.
Dispone de una página web oficial la cual es http://www.restauranteelportalon.com y un teléfono de atención al cliente para llamar en caso de reservas 945 14 27 55. Tiene un horario de apertura al público que va de lunes a domingo de 13:00 a 15:30 horas y de 20:30 horas a 22:45 horas exceptuando los domingos que solo abren en horario de comida y no cenas.
Entre las atracciones turísticas más importantes que tenemos cerca se encuentran: la Catedral de Santa María, el parque de Molinuevo, la torre de los Hurtados Anda y el museo de Ciencias Naturales, entre otros.
MI EXPERIENCIA PERSONAL
Tengo que confesar que en el tiempo que llevo viviendo en Vitoria, que es desde toda la vida, nunca antes había traspasado la puerta de este restaurante, aunque sí conocía su fama y la idea de sus cenas teatralizadas.
Como motivo de mi cumpleaños, mi pareja me tenía preparada una comida especial para la celebración de cumplir años. Es un restaurante que merece ser la pena disfrutado y esta vez, nos escapamos sin niños a disfrutar de la comida de este restaurante.
Lo primero confesar que me parece que tiene una ubicación excepcional ya que se encuentra en pleno centro de la ciudad y está muy cerca de muchas atracciones turísticas de la capital.
También os recomiendo que si vuestra idea es comer o cenar en este restaurante, no vayáis directamente porque es probable que no tengáis mesa libre y os quedéis con las ganas. Lo mejor es reservar, como hizo mi pareja.
Ya desde fuera, desde la calle, ya se puede apreciar la importancia y la belleza de esta casa del siglo XV. Se trata de una casa con un ladrillo diferente, con maderas que forman parte de su construcción, con unas ventanas diferentes al resto. Es decir, diferente a todo.
Su interior tampoco deja indiferente a nadie pues parece la típica casa antigua de madera, de suelo de piedra, como si se tratara de un castillo. Nada más entrar a mano izquierda tenemos una barra si queremos degustar algún pintxo o tomar algo. Los diferentes comedores se encuentran en las diferentes plantas del restaurante.
Creo que a día de hoy no he conocido un restaurante con tantos comedores. Si mal no recuerdo el restaurante tiene un total de 3 pisos y a medida que vas ascendiendo por sus escaleras de madera vas viendo más y más comedores, de todos los tamaños e incluso algunos privados, donde está prohibido entrar.
A nosotros nos sentaros en un comedor común, con más mesas. Era un comedor tirando a oscuro y con la decoración típica del resto del restaurante. Lo más vistoso las ventanas con vidrieras que dan a una calle trasera y los bancos para sentarse que son de madera grandes bien antiguos.
Mi pareja ya había reservado por adelantado el menú que íbamos a comer ese día. Y es que ese menú que comimos no lo ofrecen si no lo reservas con antelación. El menú que eligió fue Menú Postas.
Lo primero que nos llegaron fueron unos entrantes. Tosta de pulpo con alioli y pimentón y un bombón de foie con coulis de frutos rojos. La tosta de pulpo estaba bien deliciosa y con un pulpo cortado bien finito, el bombón era curioso y bien elaborado. Ambas cosas bien ricas.
Lo siguiente que nos llegó fueron las croquetitas el Portalón. Venían un total de 10 croquetas en el plato y lo que nos sorprendió es que no todas eran del mismo sabor. A medida que ibas comiéndolas te ibas dando cuenta que cada una sabía diferente. Había de jamón, de hongos, de gula, de bacalao y de chipirones. Todas muy buenas y cremosas.
El siguiente plato fue otra explosión de sabor. Ensalada de tomate con tataki de bonito del Cantábrico. Yo no soy muy amigo del tomate y tengo que confesar que este plato junto con el tataki estaba nuevamente bien bueno.
El siguiente plato, un arroz caldoso de marisco. Era un plato contundente con una ración bien maja y un pedazo de langostino bien cocinado y en su punto, al igual que el arroz. ¿El sabor? A marisco total, muy delicioso.
El siguiente plato era la carne un solomillo a la brasa con patata panadera y piquillo asado. Previamente, al empezar ya nos preguntó la chica el punto de la carne. El punto de la carne estaba perfecto y que sabor de solomillo, delicioso nuevamente.
Y para finalizar el postre un helado de praliné con bizcocho de naranja. El emplatado de este plato de diez y con un sabor bien marcado de naranja, que bueno.
También pedimos que estaba incluido en el precio una botella de agua, un vino de Lambrusco y un café o infusión. Por cierto, el Lambrusco estaba riquísimo y fino.
Las camareras del restaurante están vestidas con atuendos típicos vascos y en todo momento la atención y el servicio fue exquisito. El precio de los dos menús fue de 79,79 euros exactamente. No es un restaurante barato pero considero que después de la comida que nos sirvieron sí se merece un precio como ese así que considero que tiene la adecuada relación calidad-precio.
CONCLUSIÓN
La verdad que comimos de maravilla con unos platos bien ricos y perfectamente presentados. Y es por ello que os lo recomiendo totalmente. Aun no he tenido la oportunidad de ir a una cena teatralizada pero me imagino que será todo un arte, además explican la historia del edificio y demás.
Un saludo a todos.