Gracias a mi marido pude disfrutar de un chalé en el Caribe. Esto es lo que son las pequeñas villas del Parador Villas del Mar Hau donde tienes todas las comodidades sin lujos innecesarios. Entras en tu villa y no parece que estés en un país exótico sino en tu casa.
Nuestra villa tenía una decoración idéntica a la del chalé de mi hermana en el campo. Habitaciones pintadas con colores divertidos y distintos en cada cuarto, muebles sencillos estilo Ikea. Para comer no cocinamos nada en la pequeña cocina de nuestra villa. Fuimos a comer platos de carne y mariscos típicos de Puerto Rico en los Restaurantes Olas y Arena de este complejo hotelero al alcance de todos los bolsillos. No es un hotel nada caro.
Hay una ciudad cerquita, a unos siete kilómetros escasos del parador. Yo fui un par de tardes de compras con las niñas. El resto del tiempo lo pasamos en la villa y en la playa. Las playas de los alrededores son excepcionales. En mi vida había visto una arena más limpia. En este complejo hotelero abundan las parejas de viaje romántico.
Mi marido quería apuntarnos a unos paseos a caballo que organizaban en el parador. Me negué rotundamente. Los caballos son animales peligrosos para personas que no estamos acostumbradas a las ganaderías. Ni siquiera quise alquilar una bicicleta. Mi marido alquiló una. Yo y las niñas queríamos vacaciones de sol y playa en el Caribe, no vacaciones de esfuerzos deportivos.
Lo que hacían mucho por allí era jugar al pin pon en el jardín de las villas. Debe ser que el pin pon en Puerto Rico es un deporte de jóvenes. Yo aquí sólo veo jugar a los jubilados al pin pon.
Os recomiendo este Parador Villas del Mar Hau porque tiene unas habitaciones muy cómodas en sus villas, habitaciones con aire acondicionado, conexión wi fi gratuita, te las limpian todos los días, tienes nevera, bebidas que te dejan en tu nevera para que bebas lo que quieras. Es un hotel de diez.