Mi marido quería pasar un fin de semana largo en el campo andaluz y nos fuimos al Hotel Los Dólmenes, un bonito hotel que está situado a las afueras de Antequera, a 5 minutos en coche del centro de la localidad. Es un hotel muy tranquilo porque está en mitad de la nada, pero cerca de un pueblo muy chulo.
Nosotros lo pasamos bien. Mi marido tenía trabajo pendiente de hacer con el ordenador y yo quería acabar varias lecturas que tenía casi olvidadas. Las niñas también lo pasaron bien. Les gusta más el campo que a mí. El hotel ofrece desayuno continental gratuito y habitaciones con aire acondicionado y conexión Wi-Fi gratuita, una conexión que va de cine. la pena es que los escritorios son de una persona. El de nuestra habitación era una mesa como la que tenían nuestros padres para estudiar en sus cuartos cuando eran pequeños. Era igualito a uno que había en casa de mi abuela paterna. Les tuve que pedir otro para mí. Mi marido se había hecho con el escritorio para él solito. Siempre discutimos por espacio en los escritorios de los hoteles.
Lo mejor de este hotel para mí fue el patio. Las habitaciones de Los Dólmenes están distribuidas alrededor de un patio tradicional andaluz, tienen suelo de parquet y reciben mucha luz natural, tanta que apenas te la quitan las cortinas. El cuarto de baño no era gran cosa. Menos mal que se veía tan limpio como la habitación y las estancias comunes.El baño privado incluye secador de pelo y bañera algo pasada de moda.
Os recomiendo el hotel y también os recomiendo su restaurante. El restaurante del hotel, que prepara cocina mediterránea, ofrece menús del día y platos a la carta perfectos para personas en dieta. Son raciones que no empachan a nadie. Yo comía plato tras plato y quedaba con hambre. Mi marido empezó a decir que fuera parando porque aquello era a la carta y se disparaba la factura. Es un tacaño.