Nos alojamos en el Hotel Valencia en Ferrol porque está en la entrada de la ciudad, en la Avenida de Catabois. Pero, como Ferrol es una ciudad pequeña, pudimos ir andando a todos los sitios. El coche quedó aparcado muy cerca del hotel.
No es un hotel lujoso el Hotel Valencia. Habitaciones sencillas, fachada más sencilla, estancias igual de minimalistas. Es un hotel cómodo, pero sin tener la decoración de hotel de negocios ni caer en una decoración de casa familiar. Más bien recuerda la decoración sencilla de los pisos de estudiantes.
Nosotros pedimos una habitación para no fumadores cuando nos dijeron en recepción que tenían unas cuantas habitaciones reservadas para las personas que odiamos el tabaco. Era una habitación espaciosa, limpia, sencilla, con una colcha blanca a la que daban vida unos cojines rojos. El cuarto de baño también era un canto a la sencillez y a la limpieza. Nos sentimos cómodos. Hacía calor, pero se estaba bien dentro gracias al buen funcionamiento del aire acondicionado.
Lo único que lamenté fue no tener una conexión wi fi gratis en la habitación. Sólo está disponible en las zonas comunes. Me arreglé en un salón común sin mucha gente. Me hubiera gustado más haberme podido conectar a la red de redes en mi habitación.
Lo que sí me pareció una gran ventaja fue que no admitieran mascotas. Detesto alojarme en habitaciones por las que ha pasado algún perro o algún gato. Por mucho que las limpien huelen a animales de compañía de cuatro patas. Sólo por eso ya os recomiendo este hotel sencillo de la bonita ciudad de Ferrol. Deberían mejorar la fachada. El hotel ganaría mucho con una fachada con más clase. También ganaría más si tuviera un parking privado. Pagar casi seis euros por día y encima tener que reservar es como para pensarlo. Mi marido lo pensó tanto que acabó dejando el coche fuera.