Lo que más me gustó del Hotel Inglaterra en Sevilla fue que no dieran café gratis a todas las horas del día. Un detalle bonito con los clientes. Mi chico decía que el café era gratis porque nadie lo quería por la calor que hacía. Yo no le digo no a un café haga calor o haga frío. Además era rico.
Este hotel tiene una ubicación fantástica para hacer turismo por la capital andaluza. Puedes ira andando a todos los sitios de interés turístico. Esto es una gran ventaja. el hotel te queda a 250 metros de la catedral de Sevilla y tiene unas vistas preciosas a la Plaza Nueva.
Lo que no me gustó mucho fue la decoración de las habitaciones. Yo quería una habitación más moderna, pero me dijeron que todas las habitaciones eran iguales. No había donde elegir. Por eso tuve que contentarme con una de sus habitaciones clásicas con aire acondicionado, balcón privado y televisor de pantalla plana vía satélite perfecto para amenizar mis horas de ocio. Tuvimos la mala suerte de que nos llovió el fin de semana que estuvimos en el Hotel Inglaterra.
Lo mejor de nuestra habitación era el tamaño: era grande. Realmente lo eran todas. Las amplias habitaciones del Hotel Inglaterra tienen suelos de madera de aspecto antiguo y caja fuerte. El cuarto de baño es lujoso. El nuestro era un baño de mármol con artículos de aseo más que suficientes para dos personas.
Lo que no debes perderte es la terraza de arriba. El hotel cuenta con una terraza en la azotea, abierta todo el año. Es una terraza muy concurrida por la clientela. No me extraña porque cuenta esta terraza con impresionantes vistas al perfil urbano de Sevilla. Había muchos turistas sacando fotos.
Os recomiendo el Hotel Inglaterra de Sevilla más que nada por su buena ubicación y por lo bien que tratan a los clientes. El detalle del café deberían tenerlo en todos los hoteles. Aunque te inviten a café durante todo el día no es tanto invitar dados los precios que cobran.